Odontopediatría

Sí, porque:

Eliminando la caries en un estadío inicial, evitaremos que ésta progrese y pueda llegar a la pulpa del diente (nervio) produciéndole dolor a nuestro/a hijo/a.

Empastando el diente también evitaremos tener que extraer el diente prematuramente, eliminando la posibilidad que se movieran los otros dientes y producir problemas de malposición dental en el futuro.

Por otra parte, si falta menos de un año para que el diente caiga por si sólo, no es necesario, por eso es importante que el dentista haga una correcta valoración.

Si después de extraer un diente de leche pasa mucho tiempo hasta que erupciona el diente definitivo, el espacio que ha quedado vacío entre diente y diente puede irse cerrando. Esto puede provocar que el diente definitivo erupcione en una posición incorrecta teniendo que recolocar los dientes más adelante con ortodoncia para que queden correctamente alineados. Por eso, es mejor prevenir y colocar un pequeño aparato que mantenga este espacio.

Se aconseja a partir de los 3 años. En esta edad el niño ya empieza a colaborar y se puede comenzar a observar la dentición temporal. Es importante revisar periódicamente la boca por varias razones

• Una boca sana permite una correcta masticación y mejorará tanto la absorción de los nutrientes como el desarrollo del habla.
• Podremos establecer un programa de prevención individualizado fijándonos en los hábitos alimenticios y en la higiene.
• Al acostumbrarse desde pequeños a la visita al dentista, y al empezar por visitas de revisión donde solo se mira, se perderá el miedo y el comportamiento será mejor en caso que se tenga que intervenir de alguna manera.
• Las revisiones periódicas permiten detectar los posibles problemas en una fase inicial, permitiendo arreglarlos de manera más sencilla y también menos costosa.

Realizando un programa de prevención individualizado nos fijaremos en distintos factores que favorecen la aparición.

• Hábitos alimenticios: Refrescos, zumos, chucherías, chocolate, galletas son alimentos que favorecen la aparición de caries ya que suelen llevar mucho azúcar, pueden ser ácidos o de consistencia pegajosa. Además al ingerirse entre horas, tardarán más en ser cepillados y actuarán más sobre el diente.

• Higiene: Es importante que desde pequeños aprendan y se acostumbren a utilizar el cepillo dental después de cada comida, en niños más pequeños se recomienda que el padre o la madre repase el cepillado al final ya que al estar aprendiendo pueden dejarse restos de comida en algunos sitios.

• Fluor: Hoy en día todas las pastas de dientes llevan fluor, que ayuda fortalecer el esmalte y puede llegar a reparar caries iniciales. En casos de alto riesgo de caries se puede añadir en forma de enjuagues diarios o semanales.

• Revisiones periódicas: Visitando cada 6 meses o cada año, podremos realizar un seguimiento comprobando todos estos factores y solucionando los problemas según vayan apareciendo.