La ortodoncia pretende colocar los dientes rectos sobre sus bases óseas consiguiendo una buena relación entre las dos arcadas dentales mejorando así la masticación, la higiene bucal y por supuesto la estética.
El momento ideal para empezar la ortodoncia suele ser a los 11-12 años cuando ya se han cambiado todos los dientes aunque también se puede hacer en la edad adulta siempre y cuando exista un buen estado bucal y una buena higiene por parte del paciente. También puede empezarse antes para aprovechar el crecimiento óseo del niño o la niña para corregir con más facilidad la posición de los dientes en el futuro.